1 de agosto de 2011

Oh! no.

Acabaron oficialmente las tres semanas mas sobrevaloradas de mi vida. Como todos los meses hice una lista de pelotudeces a realizar y para variar no hice ni la mitad. Descansé a medias y no me hice mejor persona. Dejé de aprovechar las mañanas por una aparente recaída de mi vitalidad diecisieteañera y en ocasiones dormí hasta después de las 12, algo inaceptable para mí. No ahorré. No visite todos los lugares donde quería ir. No miré las películas que bajé. No escribí más seguido y en fin, una cantidad de cosas que no cumplí. Pero por sobre todo no fue ni parecido a como me lo imaginé. Y después de escribir estas 5 líneas en tiempo récord por haberme dado cuenta hace un par de minutos que ya estamos en agosto, me doy cuenta que esto no le importa a nadie. Pero es reconfortante desquitarse por último para tener en cuenta que en este nuevo mes hay que reivindicarse.

Nah.
Agosto: pasa rápido no más.